AS-SALAT (LA ORACIÓN)





El Santo Corán define el Salat, o la oración, como el rasgo distintivo de un verdadero creyente. El Santo Corán dice:
“Este es un Libro perfecto. No hay duda en él; es una guía para los justos, quienes creen en lo Invisible y observan la oración y gastan de lo que les hemos provisto.” (2:3-4)
La oración nos ayuda a librarnos del pecado, nos hace inclinarnos aún más hacia Dios y hacia las buenas obras,más hacia Dios y hacia las buenas obras, y nos purifica gradualmente.

La oración, además, acerca al hombre a su Creador. El orante intenta imitar a Dios en Sus más excelentes atributos transformando sus bajas pasiones en sublimes cualidades, para convertirse en un noble y sublime siervo de Dios. El Santo Corán menciona esta cualidad distintiva
del Salat con estas palabras: 

"Recita lo que te ha sido revelado del Libro, y cumple la Oración. En verdad, la Oración preserva a la persona de la obscenidad y el mal manifiesto, y el recuerdo de Al-lah es en verdad la mayor virtud.
Pues Allah sabe lo que hacéis (29:46)"

La oración es sin duda un remedio seguro para la pureza del alma y el corazón. Sólo a través de la oración es posible establecer una comunión directa con Dios. El Corán dice:
En verdad, sólo los que siguen el Libro de Allah y cumplen la Oración y emplean de lo que les hemos proporcionado, en secreto y a la vista de todos, mantienen la esperanza de una recompensa que
nunca fallará; para que Allah les conceda su plena recompensa e incluso la aumente por Su magnanimidad. El es en verdad el Sumo Indulgente, el Sumo Apreciador. (35:30-31)

Según el  Profeta a.s el Salat es el pináculo de la vida espiritual del creyente. Es la forma más elevada de adoración divina. El Santo Profeta Mohammad s.a, dijo:

La oración conduce al creyente a la comunión con su Señor. La oración sincera nunca se malogra. A veces, la profunda experiencia espiritual del intenso amor divino hace que broten las lágrimas. Otras veces, un placentero gozo amoroso llena el corazón de inmensa felicidad. Estas experiencias muestran que la oración existe, tiene sentido y produce sus frutos. De otro modo, la ejecución de un simple rito no es suficiente para beneficiar al hombre. Podría equipararse a una obediencia forzosa. Por lo tanto, es indispensable que cada principiante tenga en cuenta este noble objetivo e intente siempre que sus oraciones cobren vida.

El Salat combina todos los elementos de expresión de la humildad y sumisión. Los orantes han de permanecer respetuosamente de pie en filas detrás del Imam.


Todos los orantes situados en hilera detrás del Imam deben seguir sus movimientos a su llamada. Antes de cada movimiento se recita "Allahu Akbar" excepto cuando el Imam se yergue después del Rakú o reverencia.

En esta posición se dice: "Sami Allahu Liman Hamidah", que significa: “Sin duda Dios escucha a quien le alaba”. Tras esta llamada, todos los orantes se yerguen con los brazos al lado de sus costados y recitan: "Rabbana wa lakal hamd hamdan kaziran táyyiban mubarakan fih", que significa: 

“Oh Señor, para Ti es la alabanza, la alabanza que es abundante, pura y bendita”.
La sinceridad y humildad son elementos esenciales en la oración. Al-lah dice a los creyentes:
En verdad, llegará el éxito a los creyentes, que son diligentes en el cumplimiento de sus oraciones. (23:2-3) 

El Santo Profeta (s.a,w) dijo: “Ningún siervo de Allah se humilla ante Dios sin que Dios le conceda su Rafa”. Rafa es una palabra árabe que significa “elevar”. No quiere decir que Dios elevará su cuerpo físico al cielo, sino que hará exaltar su rango espiritual.

La verdadera humanidad sólo puede adquirirse a través de una concentración mental en los atributos de Allah. Cuando la persona es consciente de Su inmensa grandeza, no le queda más opción que adoptar la humildad.

Al-ADHAN (EL LLAMADO A LA ORACIÓN EN CONGREGACIÓN) Y AL-IQAMAH (EL ANUNCIO DEL ESTABLECIMIENTO DE LA ORACIÓN)

Se trata de fard kifaainah (obligación colectiva) para los hombres residentes; es de la sunnah para quienes rezan sólos y para los viajeros, y es makrúh (no aconsejable) para las mujeres. Tanto el adhan como el iqamah no están permitidos antes de su hora, excepto el adhan de Salat-al-Fayr (la oración del alba), que está permitido antes de la hora si se hace después de la media noche para la oración de Tahayyud (La oración nocturna).

AS-SALAT (LA ORACIÓN): Ash-shurut (las condiciones) para la oración son nueve:

1.) Al-Islaam (el Islam)
2.) Al-'Aql (el raciocinio)
3.) At-Tamiiz (el discernimiento y la madurez) 
4.) At- Taharah (la purificación) y la higiene según la capacidad 
5.) Dujúl al-waqt (el comienzo del horario de la oración)

LOS HORARIOS DE LAS ORACIONES SON LOS SIGUIENTES: 


Existe un tiempo específico para cada una de las cinco oraciones obligatorias en relación con la posición solar.
El horario de Fajr o la oración de la mañana comienza con el alba y termina antes de la salida del sol.
El horario de Zúhur o la oración del mediodía comienza cuando el sol, tras atravesar el meridiano, comienza a declinar.
El horario de la oración de Ásar comienza cuando el sol ha avanzado en su declive y alcanza un punto intermedio entre el comienzo de su declive y el ocaso, más bien a media tarde. Termina antes de la puesta del sol, cuando la luz solar comienza a palidecer. Aunque no está totalmente prohibido realizar las oraciones de Ásar en ese momento, es preferible hacerlo antes de que se disipe la luz del día, cuando el sol aún es visible en el horizonte en buena medida.

Hay que tener en cuenta que está prohibido realizar las oraciones durante la salida y la puesta del sol, así como cuando el sol se encuentra en el meridiano. Del mismo modo, no se permite ofrecer ninguna oración voluntaria antes de la puesta del sol después la oración de Ásar.
Tampoco se debe ofrecer ninguna oración entre la oración de la mañana y el amanecer.

El horario de la oración de Magrib comienza inmediatamente después de la puesta del sol y se prolonga hasta el crepúsculo. Sin embargo el concepto de crepúsculo se interpreta de distinto modo por las diferentes escuelas de juristas. Los Wahabis y otras sectas similares que mantienen una postura rígida insisten que la oración de Magrib debe ofrecerse casi inmediatamente después de la puesta del sol y que el crepúsculo termina cuando el matiz enrojecido del anochecer da paso a un tono gris en el horizonte. Muchas otras sectas opinan que el tiempo del crepúsculo se prolonga en tanto en cuanto persiste luminosidad en el horizonte después del ocaso. Según tales escuelas, el intervalo permitido para la oración de Magrib equivale al tiempo permitido para las oraciones matinales, que se extiende desde el alba hasta la salida del sol.

Todas las escuelas de jurisprudencia coinciden en que el momento de la oración de Isha comienza cuando ya se ha disipado el crepúsculo, dando paso a la oscuridad de la noche. De acuerdo con la mayoría, este período se prolonga hasta la medianoche, pero algunos lo extienden incluso hasta después de la medianoche, hasta la hora de acostarse. Sin embargo, es muy recomendable y preferible que las oraciones se ofrezcan al comienzo de sus horas respectivas y no se demoren hasta el último momento.

REQUISITOS PARA LA ORACIÓN

Para observar la oración, existen ciertas condiciones y requisitos previos. Éstos son los siguientes:
1. La intención: La intención de ofrecer una oración debe preceder al comienzo de la misma.
2. Cada oración debe ofrecerse dentro del tiempo estipulado para cada oración en particular. Sin embargo, si el orante omitiera alguna oración por razones imperiosas, podrá ofrecerla en el momento en que se acuerde, siempre que se abstenga de hacerlo durante el horario prohibido
Cuando se reveló el Islam, la población mundial de aquella época ignoraba que en el futuro se descubrirían ciertas regiones en el mundo en las que la los días irían precedidos de días continuos y las noches irían precedidas de noches continuas, en comparación con la jornada normal de 24 horas, siendo por tanto los días y las noches de mucha mayor duración. Por ejemplo, para la gente de las latitudes polares, la luz del día se prolonga durante seis meses continuos.
Surge una cuestión: es si el horario de la oración y del ayuno están relacionados con la duración de la luz solar, la rotación de la tierra y la posición relativa del sol y la luna, ¿cómo se pueden calcular las horas de la oración y del ayuno en zonas lejanas del Norte y del Sur donde la duración de los días y las noches es superior a veinticuatro horas? El Profeta (s.a.w), en respuesta a la pregunta de un Compañero, dijo que en las zonas donde los días y las noches son de larga duración en comparación
con la jornada ordinaria de 24 horas, los musulmanes deben ofrecer sus oraciones basando sus cálculos en la duración de un día normal de 24 horas.
3. El cuerpo ha de estar limpio y aseado en todo lo posible, tanto física como espiritualmente. En este contexto, la limpieza es un término que significa:
    i.   El cuerpo ha de estar limpio de toda impureza.
   ii.   Tras la utilización del inodoro, es necesario un lavado adecuado para eliminar todos los restos             de  heces u orina.  
   iii.  Después del coito, tanto si se produce o no se produce eyaculación, o en el caso de producirse             la eyaculación de cualquier otro modo, como, por ejemplo, durante el sueño, no es suficiente               una limpieza parcial, sino que es esencial tomar un baño completo.
   iv. También es necesario que las mujeres tomen un baño completo después de la menstruación así            como después del sangrado del post-parto.
4. El lugar y la alfombra de la oración han de permanecer limpias y aseadas.
5. El cuerpo debe estar debidamente cubierto durante la oración.
6. Dirección a la Qibla: Todos los musulmanes mirar hacia la Kaaba. Qibla significa dirigir el rostro hacia la Kaaba, la primera Casa de Adoración edificada en la tierra, en la ciudad de la Meca.

Los musulmanes de todo el mundo deben dirigir siempre sus rostros en dirección a la Kaaba durante la oración. Sin embargo, si durante el viaje fuera imposible determinar la dirección correcta, o si debido a alguna enfermedad no fuera posible girar el rostro hacia la Kaaba, por estar fuera de la propia capacidad, entonces no es obligatorio mirar hacia la Kaba. Asimismo, durante el viaje, ya sea a lomos de una montura, tren, barco, avión, etc., se ha de orar en la misma dirección en que
la persona se desplaza, o también sería aceptable cualquier posición que se considere conveniente.

FACTORES QUE ANULAN LA ABLUCIÓN
a. La expulsión de gases intestinales.
b. La orina, aunque se trate de una gota.
c. La defecación, por muy pequeña cantidad que fuera.
d. El sueño, o una somnolencia que impida a la persona mantener el equilibrio sin soporte.
e. La menstruación y eyaculación, como se ha mencionado antes.
f. El vómito y la hemorragia. En este sentido, difieren las opiniones. Sin embargo, una ligera pérdida      de sangre debido a un corte ordinario o un ligero cólico al eructar no se incluyen en este apartado.      De lo contrario, la ablución debe realizarse de nuevo. Si después de la ablución se usan calcetines        no es preciso el lavado de los pies durante las 24 horas siguientes. En su lugar, hay que                        humedecerse las manos y, tras sacudir el exceso de agua, hay que pasarlas por ambos pies, por            encima de los calcetines. Esto se considera una alternativa al lavado de los pies, que se prolonga          hasta tres días en el caso del viaje.

ALGUNAS DIFERENCIAS NOTABLES DE OPINIÓN ENTRE LAS DIFERENTES ESCUELAS DE JURISPRUDENCIA

Según la jurisprudencia chiíta, los pies quedan exentos del lavado, siendo suficientes los pasos mencionados anteriormente, se usen o no calcetines. Según otras escuelas de pensamiento más rígido, como los Wahabis, los calcetines ordinarios, ya sean de lana o algodón, no bastan. 
Tienen que estar fabricados de cuero fino, impermeable al polvo y la humedad, para beneficiarse de tal concesión.
Según otras escuelas, esta actitud es demasiado estricta y le hace a uno esclavo de superficialidades ajenas al espíritu del Islam. El Santo Profeta, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, describió el espíritu del Islam con estas palabras:
“Innaddina Yusrun”
Traducción:
"Ciertamente ésta es una religión fácil." (Bujari-Kitabul-Iman)
La Comunidad Ahmadía Musulmana está de acuerdo con esto. Considera que el mejor método es aplicar el sentido común. Por lo tanto, si un par de calcetines son lo suficientemente gruesos para proteger los pies de la suciedad, no entra en cuestión el material utilizado para su fabricación.

EL BAÑO
El Islam siempre ha alentado y fomentado la utilización del baño. El Islam enfatiza no sólo la limpieza del alma, sino también la del cuerpo. En ciertos casos, sin embargo, se convierte en un requisito previo para la observación de cualquier oración formal. Las siguientes son las condiciones que requieren el uso del baño, y donde la ablución por sí sola no es suficiente.

1. EN EL CASO DE LA MUJER

1. Después de cada menstruación, cuando el flujo de sangre se ha detenido por completo.
2. Después del parto, al término del sangrado. Nota: Durante estos períodos de flujo sanguíneo, las         mujeres no han de realizar las oraciones prescritas.

2. EN EL CASO DE HOMBRES Y MUJERES

1. Después de la eyaculación seminal o el orgasmo, ya sea como resultado del coito o por cualquier         otra causa. Lo mismo se aplica a las emisiones nocturnas durante el sueño.
2. Tras el contacto sexual entre el hombre y la mujer, por breve que sea, aunque no se produzca               eyaculación.
3. Todos los no musulmanes que se convierten en musulmanes también están obligados a tomar un          baño para iniciar una nueva vida como musulmanes.

SITUACIONES ADICIONALES EN LAS QUE ES ESENCIAL EL BAÑO

Todos los recién nacidos deben ser bañados. También han de bañarse los cuerpos de los difuntos antes de la oración del Llanaza. Sin embargo, quedan exceptuados aquellos que han sido martirizados o matados durante una guerra, o asesinados de otro modo.
Aparte de las ocasiones en las que el baño es una necesidad, el  Profeta, la paz y bendiciones sea con él, hizo especial hincapié en el baño durante los viernes, las celebraciones de Id y antes de la realización del Hall (Peregrinación a la Meca). Sería interesante describir aquí el modo en el que el Santo Fundador del Islam, la paz sea con él, acostumbraba a bañarse.
Comenzaba el baño realizando el Wuzu o la ablución, sin incluir el lavado de los pies, que realizaba al final. Después derramaba agua al menos tres veces sobre la parte derecha de su cuerpo y después, tres veces sobre la izquierda. Su baño era tan meticuloso que cada poro de cada parte de su cuerpo quedaba perfectamente limpio. En aquellas condiciones en las que el baño se hace obligatorio, no esta
permitido realizar la oración, entrar en la mezquita o recitar el Santo Corán, sin un baño previo. Quedan exceptuadas las mujeres durante el período en lo que respecta a la lectura del Santo Corán. Se les permite leer el Santo Corán, pero se aconseja que no lo toquen con las manos
desnudas.

EL AGUA

El agua utilizada para la ablución y el baño debe ser limpia y salubre. No debe emplearse agua estancada ni contaminada. Sin embargo, puede emplearse para la ablución y el baño cuando no se dispone de agua potable y la gente se vea obligada a utilizarla.

LA VESTIMENTA

Durante la oración el cuerpo debe estar cubierto decorosamente, especialmente las partes privadas y zonas circundantes. En el caso de los hombres, esta zona se puede definir como el área del cuerpo que comienza desde el ombligo hasta el final de la rodilla. En cuanto a las mujeres, deben cubrirse el cuerpo entero, incluyendo los brazos, pero dejando al descubierto las manos y los pies. No obstante, no deben cubrirse el rostro si observan la oración en su hogar o con otras mujeres.

COBERTURA DE LA CABEZA PARA LOS HOMBRES

La mayoría de las escuelas de jurisprudencia coinciden en que los hombres deben cubrirse la cabeza durante la oración. Sin embargo, Los Malikis y algunas otras no lo consideran necesario.

EL ADHAN  O LA LLAMADA MUSULMANA A LA ORACIÓN

Durante la primera etapa del Islam no existía ningún método establecido para transmitir al público el comienzo de la hora de la oración, ni existía medio alguno para llamar a los musulmanes a la mezquita para las oraciones en congregación. El Santo Profeta, la paz sea con él, aunque estaba informado de la práctica judía, cristiana y pagana al respecto, preguntó a sus Compañeros qué se debería hacer para llamar a los musulmanes a la mezquita para las oraciones en congregación. Una mañana, Hazrat Abdullah Bin Aziz, que Dios le tenga en Su gloria, se dirigió al Santo Profeta, la paz y bendiciones de Dios sean con él, y le relató un sueño que había visto la noche anterior. Vió a alguien que anunciaba el tiempo de la oración y llamando en voz alta a la gente para la oración en congregación en la mezquita. Hazrat Abdul-lah repitió las palabras del Azán que había escuchado en su sueño. Eran las siguientes: 

Allahu Akbar (recitado cuatro veces)
Traducción:
Dios es Grandísimo (recitado cuatro veces)

Ash-hadu al-la Ilaha il-lal-lah (recitado cuatro veces)
Traducción:
Atestiguo que nadie es digno de ser adorado salvo Dios (recitadodos veces)

Ash-hadu anna Muhammadar Rasulul-lah (recitado dos veces)
Traducción:
Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Al-lah (recitado dos veces)

Hayya alassalah (recitado dos veces)
Traducción:
Venid a la oración (recitado dos veces)

Hayya alal- falah (recitado dos veces)
Traducción:
Acudid al éxito (recitado dos veces)

Allahu Akbar (recitado dos veces)
Traducción:
Dios es Grandísimo (recitado dos veces)

La ilaha il-lal-lah
Traducción:
Nadie es digno de ser adorado sino Dios.

Hazrat Omar, que posteriormente sería elegido segundo Jalifa, también se hallaba en compañía del Profeta (s.aw). Dijo que que él también había visto un sueño en el que escuchó las mismas palabras. El Profeta (s.a.w) quedó plenamente convencido de que se trataba de un mensaje de Allah, por lo que a partir de entonces adoptó el método del Adhan para convocar a los orantes a la mezquita. El Azán, es, pues, reconocido a nivel mundial como la llamada a la oración.

MODO DE RECITAR EL ADHAN

El Muecín, la persona que recita el Azán, debe colocarse de pie en un lugar prominente con el rostro en dirección a la Qibla. En la actualidad también se emplea el sistema de altavoces para decir el Azán. El Muecín ha de tocarse los oídos con los dedos índices, el oído derecho con el dedo derecho y el oído zquierdo con el dedo izquierdo, y recitar el Azán en voz alta. Debe entornar el rostro hacia la derecha al recitar las palabras Hayya alal salah, y hacia la izquierda, al recitar las palabras Hayya alal falah.
Durante el Azán para la oración de Fállar, el Muecín también debe recitar dos veces las siguientes palabras después de recitar Hayya alal falah:

As Salatu jairum minan-naum
Traducción:
La oración es mejor que el sueño.

El  Profeta, la paz sea con él, dijo:
Iza samitumun-nidaa faqlu mizla mayaqulul muazzin.
“Siempre que escuchéis el Azán, decid lo que el Muecín recita” (Bujari)

Por lo tanto, quienquiera que escuche el Azán debe repetirlo después del Muecín, frase por frase, pero al decir las palabras Hayya alas Salat y Hayya alal falah, debe decir: La haula wala quwwata il-la bil-la hil aliyyil Azim, es decir: “Nadie posee el poder ni la fuerza excepto Allah”.

IQAMAT
Cuando la oración está a punto de comenzar, se recita el Iqamat. Indica que el Imam se dispone a comenzar la oración situándose en dirección a la Kaaba. El Iqamat es una versión breve del Azán. Otras diferencias entre el Azán y el Iqamat son:
1. El Azán se recita en voz alta mientras que el Iqamat se hace en voz baja.
2. Durante la recitación del Iqamat, no es preciso levantar los dedos al nivel de los oídos como se hace durante el Azán sino que los brazos se mantienen rectos a ambos lados de los costados.
3. La frase As-Salatu jairum minan-naum no se recita en el Iqamat.
4. El Iqamat se recita con rapidez, aunque la escuela de pensamiento Maliki recita tanto el Iqamat como el Azán, con pausas entre las frases. Durante el Iqamat, la frase Qad qaamat-tis salat, es decir, la oración está dispuesta, se repite dos veces tras la recitación de Hayya alal falah.
5. Durante el Iqamat no es preciso volver el rostro hacia la derecha o izquierda como se hace durante el Azán tras la recitación de Hayya alas salah y Hayya alal falah.

El texto del Iqamat es el siguiente:
Al-lahu Akbar, Al-lahu Akbar; ash-hadu al-laa ilaha il-lal-lah;
ash-hadu anna Muhammadar rasulul-lah. Hayya alas-Salat.
Hayya alal-falah; qad qaamatis-salah, qad qaamatis-salah. Allahu
Akbar, Al-lahu Akbar; la ilaha Il-lal-lah.

Traducción:
Dios es Grandísimo, Dios es Grandísimo; doy testimonio de que
nadie es digno de ser adorado sino Al-lah; doy testimonio de que
Mohammad es el Mensajero de Al-lah. Venid a la oración; venid al
éxito; la oración está dispuesta. Dios es Grandísimo, Dios es
Grandísimo. Nadie es digno de ser adorado sino Al-lah.

De acuerdo con los relatos del Profeta, la paz y bendiciones de Allah sean con él, la persona que recita el Azán debe recitar también el Iqamat. (Sunan Tirmazi, Abwa-bus Salat, Bab MaJaan man Yuazin-ofa huwa yuqim). Sin embargo, en ciertos casos, cualquier otra persona puede recitar también el Iqamat con el permiso del Muecín o del Imam.

NIYYAT

Niyyat significa la intención de realizar la oración y constituye una parte esencial de la misma. El orante debe hacer un Niyyat en su mente respecto al tipo de oración (Fard, Sunnah o Náfal, etc.) que se dispone a realizar, así como el número de Rakats. No es preciso expresar el Niyyat en voz alta. La mera intención es suficiente. El orante debe recitar el Taullih en el momento del Niyyat (véase el capítulo 2).

ORACIONES COMBINADAS

En ciertas condiciones se permite combinar dos oraciones. Por ejemplo, la oración de Zúhur se puede combinar con la de Ásar. Del mismo modo, la oración de Magrib se puede unir a la oración de Isha si prevalecen las siguientes condiciones:

a. Si la persona está enferma.
b. Si la persona está de viaje.
c. En caso de lluvia o tormenta.
d. Si resulta difícil desplazarse a la mezquita a causa de las condiciones climatológicas.

En tal caso, es preferible combinar la última oración con la anterior. Sin embargo, en circunstancias inevitables se puede combinar la anterior oración con la última.
Cuando se combinan las oraciones, es suficiente un único Azán para ambas oraciones pero el Iqamat debe recitarse por separado para cada oración.

También hay que tener presente que no es preciso ofrecer la parte Sunnat cuando se combinan las oraciones. Sin embargo los dos Sunnats que preceden a la Oración del Viernes son necesarios y no deben omitirse.

Si el Imam está dirigiendo la oración de Ásar en congregación y el orante llega con retraso y desconoce la oración que se está ofreciendo, éste deberá unirse a la plegaria de todos modos. Más tarde, al enterarse de su omisión, deberá ofrecer la oración anterior individualmente al término de la oración colectiva. No obstante si el recién llegado sabe que el Imam está dirigiendo la última oración, deberá ofrecer en primer lugar la oración anterior individualmente y después unirse a la congregación.

Por ejemplo, si el Imam está dirigiendo la oración de Isha, el orante habrá de rezar primero la oración de Magrib y después unirse a la congregación. Si ignora que el Islam está dirigiendo la oración de Isha y se une pensando que es la oración de Maghrib, deberá seguir al Imam. Después, tendrá que ofrecer la oración de Maghrib individualmente, ya que su oración de Isha habrá sido válida. En circunstancias normales, sin embargo, se deben ofrecer las oraciones anteriores en primer lugar, y las últimas, posteriormente.




LA ORACIÓN EN EL ISLAM MÁS DETALLADO

La importancia de la oración


Al-Adhan (El llamado a la oración)


El-Wudu (La ablución)





El-Gusl 










El-Gusl al fallecido y a la fallecida





La forma de realizar la Oración (El Salat)



EL MÉTODO DE OFRECER LA ORACIÓN
Por regla general, el Salat se debe ofrecer en congregación en una mezquita, el lugar consagrado al culto divino, pero puede observarse en cualquier lugar, a condición de que el lugar escogido esté limpio. Antes de comenzar la oración, el orante ha de limpiarse el cuerpo y asegurarse de que su ropa está también limpia. Debe realizar la ablución y después situarse en hilera al lado de los demás orantes detrás del Imam, la persona que dirige la oración, mirando siempre hacia la Kaaba.
Las hileras han de estar dispuestas en línea recta y todos los orantes deben permanecer de pie, hombro con hombro, sin que su postura interfiera en modo alguno con la oración de su compañero. El Profeta s.a.w era muy exigente al respecto.
Tras situarse en hilera detrás del Imam, cada orante debe pensar en la oración que se dispone a ofrecer, y después recitar lo siguiente:

Inni wallahtu wallhiya lil-ladi fataras-samawati wal arza hanifan
wama ana minal mushriqin.
Traducción:
"Dirijo toda mi atención hacia el Ser Supremo, que ha creado los cielos y la tierra, y no soy de quienes Le asocian partícipes"

Antes de comenzar la oración, se recita el Iqamat, o el anuncio de que la oración está a punto de comenzar.
Durante la oración, el orante debe concentrarse plenamente en la plegaria, alejando todos los demás pensamientos de su mente.

La oración comienza con el Takbiri Tahrima. Es cuando el Imam levanta ambas manos a nivel de los lóbulos de los oídos y recita: 

Al-lahu Akbar (Dios es Grandísimo),
que también repiten los demás orantes. Esta acción se realiza siguiendo la práctica del Profeta del Islam, la paz sea con él). Todas las escuelas de pensamiento musulmanas están de acuerdo con esto. Sin embargo, existen algunas sectas musulmanas que levantan las manos más de una vez en un solo Rakat.
Además de alzar las manos al recitar Al-lahu Akbar al inicio de la oración, también lo hacen al adoptar la postura de Rakú, al volver a erguirse, al postrarse en Salldah y al incorporarse del Salldah. La historia del Islam nos revela en efecto que el Santo Profeta (s.a.w) levantaba sus manos varias veces en la oración durante la primera etapa de su ministerio, como se menciona en los libros de tradiciones, pero ésta no fue su práctica habitual. Según otros muchos hadices o relatos del  Profeta (s.a.w), él nunca levantaba las manos excepto al decir el Takbiri Tahrima, en el primer Rakat de cada oración. Un Compañero del Profeta, la paz sea con él, Hazrat Abdul-lah ibn Masud dijo:
“Voy a mostraros cómo el Santo Profeta del Islam acostumbraba a ofrecer sus oraciones” A continuación Abdul-lah realizó la oración y levantó las manos únicamente al inicio, al recitar el Takbiri Tahrima.”
Después de levantar las manos a la altura de los lóbulos de los oídos y de recitar "ALLAHU AKBAR", el Imam y los orantes colocan los brazos sobre el pecho de forma que el brazo derecho esté por encima del izquierdo. Esta postura, en que el orante adopta una actitud de máxima humildad y respeto en presencia de su Señor, se llama Qiyam, o postura de pie. Sin embargo existen variaciones en la misma. Algunas personas colocan los brazos a la altura del abdomen y otros, a un nivel un poco más alto. Todos estos son signos de respeto. No es necesario entrar en discusiones mezquinas por asuntos tan insignificantes. Debe tenerse en cuenta que los Malikis entre los sunnitas y los chiitas no cruzan
los brazos en absoluto, sino que los mantienen rectos junto a los costados. Aunque no existe ningún hadiz que demuestre que el Profeta (s.a.w) hubiera adoptado esa postura, nadie tiene derecho a objetar o decir que las oraciones de las personas que no pliegan sus brazos no son válidas.
Tras recitar el Takbiri Tahrima, se recita individualmente la siguiente
plegaria, llamada Zaná:

SANÁ

Subhana kal-la-humma wa bihamdika wa tabara kasmuka wa
taala lládduka wala ilaha gairuka.
Traducción:
Santo eres Tú, Oh Al-lah, el Digno de alabanza; bendito sea Tu
nombre, y exaltado Tu rango. Nadie es digno de ser adorado aparte
de Ti.
También consta en algunos hadices, que algunas veces el Santo Profeta del Islam, la paz y bendiciones de Dios sean con él) acostumbraba a recitar otros versículos en lugar de esta glorificación, pero éste es elmás conocido y el más recitado. La glorificación anterior va seguida del Attaawuz, que se recita silenciosamente:

ATTAAWUZ

Audu bil-lahi mina-shaita-nirrallim
Traducción:
Busco refugio en Al-lah de Satanás el condenado
A continuación, el Imam recita Tasmiah, en silencio o en voz alta, que repite la congregación en voz baja.

TASMIAH

Bismil-lahirrahma nirrahim
Traducción:
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso.

Según las tradiciones, el Profeta (s.a.w) solía recitar el Tasmiah en voz alta, aunque en algunas ocasiones lo hacía silenciosamente. Entre los musulmanes, se recita por lo general en voz alta en los países árabes, mientras que la secta Hanafi y un considerable número de musulmanes lo hace en silencio.
El Imam recita a continuación el Sura Fátiha. En algunas oraciones (Fájr, Maghrib e Isha) lo recita en voz alta, mientras que en otras (Zúhur y Ásar) tanto él como los orantes lo hacen en voz baja. Cuando
el Imam recita el Sura Fátiha en voz alta, los demás orantes deben repetir cada versículo silenciosamente después del Imam, durante el breve intervalo entre los versículos.

SURA FÁTIHA

Alhamdu lil-lahi Rabbil Alamin. Arrahmanirrahim. Maliki Yaumiddin.
Iyyaka na-budu wa iyyaka nastain. Ihdi nassirat al mustaquim.
Siratal-ladina anamta alaihim, ghairil maghdubi alaihim
wa laddalin.
Traducción:
Toda alabanza pertenece a Al-lah, Señor de todos los mundos, el
Clemente, el Misericordioso, Dueño del Día del Juicio. Sólo a Tí te
adoramos y sólo a Ti imploramos ayuda. Guíanos por el camino
recto, el camino de aquellos a quienes has concedido Tus bendiciones,
de los que no han incurrido en Tu enojo y de los que no se han
extraviado.
Al finalizar el Sura Fátiha los orantes dicen Amin, que significa: “Oh Al-lah, acepta nuestras plegarias”.
Los miembros de las sectas islámicas Maliki, Shafi y Hanbali dicen Amin en voz alta, mientras que los miembros de la secta Hanafi lo hacen en voz baja. Ambas formas son aceptables. Estas diferencias no afectan a la validez de la oración. No son dignas de objeción siempre que el tono de voz no perturbe a los demás orantes. Seguidamente, el Imam recita una parte del Santo Corán, al menos tres versículos de un breve capítulo, por ejemplo:

SURA IJLAS

Bismil-lahirrahma nirrahim. Qul huwal-lahu Ahad. Al-lahus
Samad. Lam yalid, walam yulad. Walam yakúl-lahu kufuwán
ahad.

Traducción:
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso. Di: “Él es
Al-lah, el Único; Al-lah, el Independiente e implorado por todos.
No engendra ni es engendrado. Y no hay nadie que sea igual a Él”.

SURA KAUSAR

Bismil-lahirrahma nirrahim. Inna ataina kal kausar. Fasal-li li
Rabbika wanhar. Inna shaani-aka huwal abtar.

Traducción:
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso. En verdad,
te hemos concedido abundancia de bienes; ora, pues, a tu Señor y
ofrece sacrificio. En verdad, es tu enemigo quien carece de descendencia.

SURA FALAQ

Bismil-lahirrahma nirrahim. Qul auzu bi Rabbil falaq. Min
sharri ma jalaq; wa min sharri gasiqin iza waqab. Wa min
sharrin naffasaati fil uqad. Wa min sharri hasidin iza hasad.
Traducción:

En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso. Di: Busco
refugio en el Señor de los Fenómenos Creados. De la malicia de
cuanto creó. Y de la malicia de la noche cuando se extiende. Y de la
malicia de quienes soplan en los nudos para deshacerlos. Y de la
malicia del envidioso, cuando envidia.

SURA ALNAS

Bismil-lahirrahma nirrahim. Qul auzu bi Rabbin nas. Malikin
nas. Ilahin nas. Min sharril waswasil jannaas. Al-lazi yuwas wisu
fi sudurin naasi minal llínnati wannas.
Traducción:

En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso. Di: Busco
refugio en el Señor de los humanos. El Soberano los humanos. El
Dios de los humanos. De la malicia del murmurador tentador. Que
susurra en los corazones de los hombres. De entre los Yinn y los
humanos.

Los Suras del Corán que se han expuesto constituyen solamente un ejemplo. El Imam puede recitar cualquier parte del Corán después del Sura Fátiha. Cuando el Imam recita los versículos del Corán, los orantes deben escucharle en silencio. El Santo Corán dice: “Cuando se recite el Corán, prestadle oído y guardad silencio a fin de que se os muestre misericordia”. (7:205).
Un Compañero del Santo Profeta, Hazrat Ibadah ibn Samit, relató que en una ocasión el Santo Profetasa, mientras dirigía la oración de Fájr, recitó con gran dificultad los versículos del Corán debido al murmullo de fondo. Al finalizar la oración, preguntó a sus Compañeros si habían recitado los versículos del Corán después de él. Al oír su respuesta afirmativa, el Profeta (s.a.w) dijo:
“No recitéis los versículos del Corán después del Imam, excepto el Sura Fátiha, pues el Sura Fátiha es una parte integral del Salat”.
Es esencial que ningún miembro de la congregación cause perturbación a ningúno de los orantes, por lo que los musulmanes deben tener presente el Hadiz mencionado arriba. Al final de la recitación, el Imam va desde la postura de pie a la postura de reverencia, o Rakú, diciendo:

 Al-lahu Akbar 

en voz alta. Los demás orantes le imitan. En esta postura, la mano derecha del orante ha de presionar la rodilla derecha, y la izquierda, la rodilla izquierda, y la mitad superior del cuerpo, desde la cintura hasta la cabeza, se ha de mantener a nivel horizontal al suelo.
En la postura de reverencia se ha de recitar silenciosamente el Tasbih, tres veces, o más, en números impares.

RAKÚ

Subhana Rabbi Yal azím
Traducción:
Santo es mi Señor, el Grandísimo.

A continuación el Imam se yergue con los brazos al lado de sus costados. Al iniciar este movimiento recita el Tasmí en voz alta para indicar a la congregación que se ha puesto de pie tras la postura de reverencia.

TASMÍ
Same Al-lahu liman hamidah.
Traducción:
Dios escucha a quien Le alaba.

En respuesta, la congregación sigue al Imam, cambiando también de postura, y recita la siguiente oración llamada Tahmid.

TAHMID

Rabbana walakal hamd. Hamdan kasiran tayyaban mubarakan
fih.
Traducción:
Señor nuestro, Tuya es la alabanza, la alabanza que es abundante, pura y bendita.

Esta postura erguida termina con la recitación del Tahmid. A continuación el Imam dice:
 Al-lahu Akbar 

en voz alta y dirige a la congregación a la postura de postración o Salldah, colocando las rodillas en el suelo, y después la cabeza. En esta postura, las rodillas, manos, nariz y frente del orante deben tocar el suelo. La cabeza se coloca en el suelo entre ambas manos y los brazos deben estar a cierta distancia tanto del suelo como de ambos costados. El abdomen debe estar alejado de los muslos. El Profeta, la paz y bendiciones de Dios sean con él, dijo:
Cuando os postréis delante de Dios, debéis colocar vuestras extremidades en el suelo de un modo correcto. No debéis, en modo alguno, extender los brazos en la superficie como hacen los perros
con las patas delanteras al sentarse. (Musnad Ahmad bin Hanbal, vol. III, p. 279; Al-Maktab-al Islami Liltaba awwal-Nashr, Beirut).
Los dedos se mantienen juntos apuntando hacia la Kaaba. El pie debe apoyarse en la superficie de forma que los dedos apunten en dirección a la Kaaba.
En esta postura se recita silenciosamente el Tasbih, por lo menos tres veces. Si el orante desea recitarlo más veces, ha de asegurarse de que su número sea impar.

Subhana Rabbi Yal Aala

Traducción:
Glorificado sea mi Señor, el Altísimo.

La postración representa una postura de máxima humildad, sumisión y desamparo, en la que el suplicante se entrega totalmente a Dios Todopoderoso
e implora Su perdón.
Ha de tenerse en cuenta que el Santo Profetasa prohibió la recitación de cualquier versículo coránico durante el Rakú y el Salldah. (Sahih Muslim).
Después, el Imam vuelve a recitar Al-lahu Akbar y tanto él como la congregación levantan la cabeza y las manos del suelo y adoptan la postura de sentado, llamada Llilsa. Al sentarse en esta posición, el
orante coloca el pie izquierdo horizontalmente al suelo, en el que se apoya, mientras que el pie derecho permanece en una posición perpendicular a la superficie, con los dedos de los pies apuntando hacia la Kaaba. Las manos se colocan sobre los muslos con los dedos apuntando hacia la Kaaba, muy cerca de las rodillas. En esta posición se recita la siguiente oración:

Al-lahummag firli warhamni wahdini waafini warfaani wallburni
warzuqni
Traducción:
Señor mío, perdóname y apiádate de mí; guíame, otórgame seguridad,
exalta mi posición, enmienda mis faltas y provéeme.
Después del Llilsa, el Imam lleva a la congregación a una segunda postración diciendo:
 Al-lahu Akbar, 
y de nuevo se recita 
Subhana Rabii yal Aala (tres veces, o más, en número impar). 

En cada Rakat hay siempre dos postraciones. Al término de la segunda postración queda completado
un Rakat de la oración.
A continuación el Imam, dice: 
Allahu Akbar 
de nuevo y lleva a la congregación a la postura de pie, dando inicio al segundo Rakat, que
se ofrece de manera similar al primero.
Sin embargo, durante el segundo Rakat se omiten el Saná (glorificación) y el Attáawwuz, que sólo se recitan en el primer Rakat de cada oración. El Imam recita el Sura Fátiha y algunos versículos de Santo Corán y completa el Rakat del mismo modo que el anterior. Después de la segunda postración se sienta del mismo modo que en la posición de Llilsa. Esta posición, al final del segundo Rakat, se llama Qadah.
En esta postura hay que recitar Attashahud silenciosamente.

ATTASHAHUD

Attahiyatu lil-lahi wassalawatu wattayyibatu Assalamo alaika ayyuhan
Nabiyyu wa rahmatul-lahi wa barakatuh. Assalamu alaina
wa ala ibadal-la hissalihin. Ash-hadu al-la ilaha il-lal-lahu wa
ash-hadu anna Muhammadan abduhu wa Rasuluh.
Traducción:
Todo elogio verbal es para Al-lah. Y todas las oraciones y las cosas
puras. Que la paz sea contigo ¡Oh Profeta! y la misericordia de Allah
y Sus bendiciones. Que la paz descienda sobre nosotros y sobre
los siervos justos de Al-lah. Doy testimonio de que nadie es digno
de ser adorado excepto Al-lah y doy testimonio de que Mohammad
es Su siervo y Mensajero.

Debe tenerse en cuenta que mientras se recita el Attashahud, al llegar a la frase:
 Ash-hadu alla ilaha il-lal-laho, 
el orante debe levantar el dedo índice de la mano derecha y bajarlo nada
más terminar su recitación.
Según los libros de las tradiciones, el  Profeta (s.a.w), acostumbraba a plegar los dedos de la mano derecha excepto el pulgar y el índice, colocando la mano sobre la rodilla derecha, y alzaba el dedo índice durante la recitación de Ash-hadu al-la ilaha il-lal-laho, bajándolo a su posición original al terminar. Los dedos de la mano izquierda los mantenían rectos sobre su rodilla izquierda.
Tras la recitación del Attashahud se recita en silencio el Darud, la invocación de bendiciones sobre el Profeta (s.a.w), y otras oraciones.

DARUD

Al-lahumma sal-li ala Muhammadin wa ala ali Muhammadin
kama sal-laita ala Ibrahima wa ala ali Ibrahima innaka Hamidum
Mallid.
Al-lahumma barik ala Muhammadin wa ala ali Muhammadin
kama barakta ala Ibrahima wa ala ali Ibrahima innaka Hamidum
Mallid.

Traducción:
Bendice, Oh Al-lah, a Mohammad y a la gente de Mohammad, como
bendijiste a Abraham y al pueblo de Abraham. Tú eres sin duda
el Digno de alabanza, el Exaltado.
Concede prosperidad, Oh Al-lah, a Mohammad y a la gente de Mohammad,
como concediste prosperidad a Abraham y al pueblo de
Abraham. Tú eres sin duda el Digno de alabanza, el Exaltado.

La invocación del Darud va seguida por una breve oración u oraciones, algunas de las cuales son las siguientes:
Rabbana atina fiddunia hasanátan wafil ajirati hasanátan 
waquina azaban-nar. (2:202)
Traducción:
Señor nuestro, concédenos el bien en este mundo y en el Más Allá,
y presérvanos del tormento del Fuego.

Rabbi-llalni muquimas-salati wamin durríyyati Rabbana wa taqabbal
dua. Rabbanagfir li waliwalidayya wa lil-muminina yauma yaqumul hisab. (14:41-42)

Traducción:
"Señor mío, hazme practicar la oración y también a mis hijos. ¡Señor
nuestro! Acepta mi oración por Tu Gracia. Señor nuesto,
perdónanos a mí y a mis padres y a los creyentes el día en que se
hagan las cuentas”.

Al-lahumma inni audu bika minal hammi wal huzni wa audu bika
minal allzi wal kasli wal audu bika minal llubni wal bujli. Wa
audu bika min galabatiddaini wa qahrir rillal. (Abu Daud)
Traducción:

"Oh Al-lah, busco Tu protección contra las dificultades y ansiedades;
busco Tu protección contra el desamparo y la indolencia; busco
Tu protección contra la cobardía y la avaricia, y busco Tu protección
contra las deudas y la tiranía de la gente."

Al-lahumma inni zalamtu nafsi zulman kasiran wala yaghfiruzdunuba
il-la anta fagfirli magfiratan min indika wa arhamni innaka
antal Gafurur Rahim.
Traducción:

Oh Al-lah, he sido injusto conmigo mismo y nadie concede el
perdón de los pecados excepto Tú; perdóname, pues, con Tu indulgencia
y ten misericordia de mí. Ciertamente, Tú eres el Indulgente,
el Misericordioso.

Al-lahumma inni audu bika min azabil-qabri wa audu bika min
fitnatil masihid dayyal. Wa audu bika min fitnatil mahya wa fitnatil
mamat. Al-lahumma inni audu bika minal masami wal magram.
(Bujari)
Traducción:

"Oh Al-lah, imploro Tu protección contra el castigo de la sepultura;
busco Tu protección contra el Dayyal, el artífice del desorden y de
las tribulaciones, y busco refugio en Tí de las aflicciones de la vida
y de la muerte. Oh Al-lah, presérvame de los pecados y de las deudas."

Tras recitar una o más de estas oraciones, el Imam vuelve el rostro hacia la derecha diciendo: Assalamo aleikum wa Rahmatul-lah, es decir,

"la paz y bendiciones de Dios sean contigo," y a continuación gira el

rostro hacia la izquierda y repite lo mismo, para indicar el final de la oración. La congregación le imita. Si la oración ofrecida no es de dos Rakats, sino de tres o cuatro, se acorta el tiempo en la posición de Qadah (sentado), al final del segundo Rakat y se recita sólo el Attashahud.
Tras recitar el Attashahud, el Imam dice Al-lahu Akbar indicando el final del segundo Rakat y el comienzo del tercero, y adopta la postura de Qiyam, completando el tercer Rakat exactamente del mismo modo que el segundo. La congregación le sigue. Si la oración es de tres Rakats, por ejemplo, la oración de Maghrib, el Imam, tras la segunda postración del tercer Rakat, se sienta en la posición de Qadah, recita el Attashahud, Darud y otras oraciones silenciosamente y finaliza la oración diciendo Assalamo Aleikum wa Rahmatul-lah. Toda la congregación sigue sus movimientos y recita lo mismo silenciosamente. 
Si la oración es de cuatro Rakats, como en las oraciones de Zúhur, Ásar e Isha, el Imam no adopta la postura de Qadah al final del tercer Rakat, sino la de Qiyam al cuarto Rakat. Al terminar la segunda postración del cuarto Rakat, el Imam y la congregación se sientan en la posición Qadah, llamado último Qadah, y recita el Darud y otras oraciones después del Attashahud. A continuación, terminan la oración diciendo 
Assalamo Aleikum wa rahmatullah entornando el rostro hacia la derecha y la izquierda, como se ha explicado antes. Ha de tenerse en cuenta lo siguiente:
1. En el último Qadah, hay que recitar el Attashahud, Darud y otras oraciones. Si el Qadah no es el último, sólo se recita el Attashahud y se comienza el siguiente Rakat después de decir Al-lahu Akbar.

2. Si la oración que se ofrece es de dos Rakats, el Qadah que sigue al segundo Rakat es el último Qadah.
3. Si la oración consta de tres Rakats, el Qadah al final del tercer Rakat es el último Qadah.
4. Si la oración es de cuatro Rakats, el Qadah al final del cuarto Rakat es el último Qadah.

LA ORACIÓN INDIVIDUAL

La oración que no se ofrece en congregación, sino individualmente, se realiza de forma exactamente igual a la oración dirigida por el Imam, excepto en que ésta se recita silenciosamente, no en voz alta, como hace el Imam. Se recita todo en silencio, sin levantar la voz. Por ejemplo, la recitación del Sura Fátiha se hace en silencio. También se dicen en silencio 

Al-lahu Akbar, Sami Al-lahu liman Hamidah y Assalamo Aleikum.

LA ORACIÓN EN CONGREGACIÓN

Todos los musulmanes deben ofrecer la parte Fard, u obligatoria, de sus oraciones en congregación. Las mezquitas se construyen para las oraciones colectivas. Según un Hadiz, la recompensa de la oración que se observa en congregación es veintisiete veces superior a la oración que se observa individualmente.
La congregación deberá elegir al Imam, teniendo en cuenta que ha de ser una persona piadosa y poseer un mayor conocimiento del Sagrado Corán que el resto. También se puede elegir al Imam a través de una autoridad religiosa, por ejemplo, el Jalifa. Todos han de seguir en la oración a quienquiera que sea elegido o nombrado como Imam, aunque surjan dudas respecto a su aptitud. Para los que dudan de la valía de un Imam, las siguientes instrucciones del Santo  Mohammad, la paz y bendiciones de Dios sean con él, deberían ser suficientes: 

An Abi Huraira qala: Qala Rasulul-lahi sal-lal-lahu alaihi wa sal-lam: Assalatul maktubatu Wallibatun jalfa kul-li Muslimin, barra kana au fajiran wa in amilal kabair. (Sunan Abi Daud, aljuz ul awwal, kitabus-salat)
Traducción:
Hazrat Abu Hurairah, la paz sea con él, relató que el Santo Profeta,
la paz y bendiciones de Dios sean con él, dijo: “Es esencial
ofrecer las oraciones Fard detrás de un Imam musulmán, ya sea
una persona piadosa o un pecador, incluso aunque hubiera cometido
un pecado grave”.

Si durante el tiempo prescrito para la oración coinciden dos o más musulmanes varones en un lugar alejado de la mezquita, no les estará permitido ofrecer la parte Fard de la oración individualmente, sino que deberán hacerlo en congregación. Cuando se reúnan solamente dos hombres para la oración, uno de ellos dirigirá la oración, y el segundo se situará al lado derecho del Imam. Si un hombre observa la oración en su hogar y algún miembro familiar femenino desea incorporarse a la misma, ésta deberá colocarse a la izquierda del Imam. Si dos varones musulmanes ofrecen sus oraciones en congregación y llegan otros orantes, éstos deberán disponerse en hilera a ambos lados del Imam, de forma que el Imam permanezca en el centro. Por lo general, si el número de musulmanes que oran en congregación es superior a tres personas, el Imam debe colocarse delante orientado siempre hacia la Kaaba. En casos excepcionales, sin embargo  el Imam se puede situar en el centro de la primera fila junto con los demás orantes.
Según algunas escuelas de pensamiento, debe haber un mínimo de dos personas en la última fila detrás del Imam. Estas escuelas de jurisprudencia permiten incluso el desplazamiento del orante de la última fila hacia atrás para formar una nueva fila de dos personas en lugar de una. 
Otras escuelas lo desaconsejan, pues no sólo perturba a la persona que ha de desplazarse, sino también a los que están ocupados en la oración.

OTROS DETALLES A TENER EN CUENTA

1. Los orantes de la primera fila merecen una recompensa superior a los de las filas posteriores según un Hadiz del Santo Profeta (s.a.w) Esto se debe a que los que llegan primero se mantienen ocupados en el recuerdo de Dios Todopoderoso mientras aguardan el comienzo de la oración, y están, pues, en comunión con Dios durante mayor tiempo que los que llegan después. 
A este respecto, el Santo Profetasa dijo que no se debería formar ninguna fila nueva hasta que la anterior no se completara. Está claro, pues, que los que llegan antes y ocupan la primera fila, dedicando más tiempo al recuerdo de Dios Todopoderoso, recibirán mayor recompensa que los que llegan inmediatamente antes de que se recite el Takbir o incluso después. Éstos son quienes ocupan las filas traseras.
2. Si la oración ha comenzado, el orante que se incorpora después deberá unirse a la congregación adoptando la misma postura que el resto de los orantes. Por ejemplo, si se encuentran de pie, deberá
iniciar la oración de pie, y si se hallan en postración, habrá de postrarse él también. Cuando el Imam finaliza la oración en congregación con el saludo de Assalamo-aleikum wa rahmatullah, girando
el rostro hacia la derecha e izquierda alternativamente, la persona que llega tarde a la oración deberá adoptar la postura de Qiyam y completar a continuación los restantes Rakats individualmente.
3. El Salat se compone de unidades. Cada unidad se llama Rakat. Las oraciones obligatorias o Fard constan de dos, tres y cuatro Rakats.

Cada unidad o Rakat consta de las siguientes partes esenciales:
a. La postura de pie llamada Qiyam.
b. La postura de reverencia, con las manos sobre las rodillas, llamada Rakú.
c. La posición erguida de nuevo, con los brazos a los lados, denominada Qauma.
d. La posición de postración denominada Salldah. Hay dos postraciones en cada Rakat.
e. La postura de sentado entre las dos postraciones, llamada Llilsa.
f. La postura de sentado después de las dos postraciones, llamada Qadah. Si el orante se uniera a la congregación antes del Rakú o durante el mismo, se considerará que ha completado el Rakat, por lo que no deberá ofrecerlo al final de la oración. Si se incorpora después, deberá ofrecer un Rakat completo al finalizar la oración tras el saludo del Imam.

4. Una vez haya comenzado la oración en congregación no se deben iniciar las oraciones Sunnat o Náfal. Sin embargo, si el Imam da comienzo a la oración en congregación mientras alguien está rezando la oración Sunnah, y la persona en cuestión se encuentra en mitad de una fila formada para la oración colectiva, ésta debería terminar inmediatamente su oración y unirse a la congregación. Si estuviera ofreciendo oraciones Sunnat o Náfal en un lugar apartado y considerara que puede unirse a la congregación sin perder gran parte del primer Rakat, podrá completar su oración. De lo contrario
deberá terminar su oración y unirse a la congregación. 
5. Si la oración ha comenzado, no se permite al orante unirse precipitadamente a la congregación
6. No se recomienda que las mujeres permanezcan en la primera fila en aras de su castidad y honor. Por esta razón las filas de las mujeres se forman siempre detrás de las de los hombres. Esto brinda a las mujeres una total libertad para realizar sus oraciones sin sentirse avergonzadas por la presencia de hombres. Es preferible, no obstante, que se disponga de un recinto separado para las mujeres.
También se deduce de lo expuesto que una mujer no puede dirigir una congregación de hombres, sino sólo de mujeres o niños de ambos sexos.
7. No es preciso que las mujeres reciten el Azán en las oraciones colectivas. La Imam mujer ha de colocarse en el centro de la primera fila, según la práctica habitual, y no delante de la congregación
como en el caso del Imam varón.
8. Si el Imam comete una equivocación mientras dirige a la congregación se adopta el siguiente método para indicárselo:
    a. Si el error se debe a una incorrecta recitación del Sagrado Corán o a un olvido de cualquier                versículo del Santo Corán, cualquier miembro de la congregación que recuerde claramente la              expresión correcta ha de recordárselo al Imam, recitando tal versículo con voz clara y audible.
    b. Si el Imam comete cualquier otra equivocación, un miembro de la congregación ha de llamarle           la atención diciendo Subhanala- lah, que significa: “Al-lah está libre de defectos”. Indica al                 Imam que debe haber cometido una equivocación, y  para rectificarlo, el Imam lleva a la                     congregación a dos postraciones adicionales al final de la oración, antes de volver su rostro                 hacia la derecha e izquierda, diciendo Asslamo-aleikum wa Rahmatul-lah. Si no rectifica su                 error, la congregación debe seguirle de todos modos, y nadie puede diferir con él durante la                 oración. Se debe seguir al Imam incluso estando equivocado. Sin embargo, debe mencionarséle           el error al final de la oración, y el Imam debe conducir a la congregación a dos postraciones                 adicionales para remitir la equivocación. 

Las dos postraciones adicionales se llaman Salludus Sahv o postraciones de condonación.
Si una mujer desea llamar la atención del Imam respecto a cualquier error, no podrá decir Subhanal-lah en voz alta, sino que en su lugar, deberá aplaudir con las manos. El sonido de las palmadas transmite al Imam el mensaje de que ha cometido un error. En el supuesto de que sea una mujer Imam la que cometa la equivocación, sus seguidores pueden llamarle la atención recitando el versículo correctamente o diciendo Subhanal-lah, según el caso.
El Imam no debe prolongar la oración en congregación hasta el extremo de causar fatiga en los orantes que le siguen. Ha de tener presente que que podría haber personas de edad avanzada, enfermas o débiles en la congregación y también gente que ha de atender otras obligaciones
después de la oración.

Aprendiendo el Salat-al-Fajr (صلاة الفجر)





Aprendiendo el Salat-al-Duhur (صلاة الظهر)



Aprendiendo el Salat-al-'Asr



Aprendiendo el Salat-al-Magreb (صلاة المغرب)



Aprendiendo el Salat-al-Isha (صلاة العشاء)




LA ORACIÓN DEL ENFERMO: 
Si estar de pie empeora la condición o la persona no puede estar de pie, entonces puede orar sentado. Si no puede orar sentado, entonces debe hacerlo acostado de lado. Si no puede en esa posición, entonces debe hacerlo  boca arriba. Si no puede inclinarse ni realizar las prosternaciones, debe 
señalarlas y si deja pasar alguna oración, debe recuperarlas más tarde. Si no puede realizar cada oración en su momento, puede combinar ad-Duhr (mediodía) con al-'Asr (tarde), y al-Magrib (ocaso) con al-'Isha (noche) en alguna de las horas correspondientes.  

LA ORACIÓN DEL VIAJERO

Si la distancia del viaje es mayor a unos 85 kilómetros y se trata de un viaje lícito, entonces la persona puede acortar sus oraciones de cuatro raka'aat a dos. Si la persona tiene la intención de permanecer en ese lugar durante más de 4 noches - 20 oraciones obligatorias - entonces no puede acortarlas. Debe realizar las oraciones completas al seguir a un imán que sea residente. También si durante su viaje recuerda haber olvidado alguna oración como residente o viceversa, debe realizarla completa. El viajero puede realizar las oraciones completas si lo desea pero es mejor que las acorte, según la Sunnah 

                                    LA ORACIÓN DEL VIERNES (SALAT-ALYUMU'AH)

Esta oración es mejor que Salat-ad-duhr y se trata deuna oración independiente, no una forma abreviada de ad-Duhr. No está permitido realizarla con cuatro raka'aat ni llevarla a cabo con la intención de ad-Duhr ni hacerla en combinación con Salat-al-Asr, sin importar las circunstancias.


LA ORACIÓN IMPAR (SALAT-AL-WITR)

Esta oración es una Sunnah y debe hacerse después de Salat-al-'Isha (la oración de la noche) y hasta Salat-al-Fayr (la oración del alba). Lo mínimo para esta oración es un rakaa'ah con dos salutaciones. Es Sunnah recitar la Surah <<El altísmo>> en la primera raka'aat, la Surah <<Los incrédulos>> en la segunda, y  << El monoteísmo>> en la tercera. 
Es recomendable hacer al-qunut (súplicas) luego de levantarse elevando las manos en voz alta, y aunque se encuentre solo.


LOS FUNERALES (AL-YANAA-IZ)

Lavar el cuerpo del musulmán fallecido, colocarle al-kafan (la mortaja), realizar la oración funeraria, llevarlo al cementerio y colocarlo en la tumba son todas fard kifaaih (obligación colectiva), excepto para el mártir que muere en combate que no debe ser lavado ni colocado en una mortaja sino que debe ser enterrado tal como murió, y está permitido realizarle la oración funeraria. La mortaja del varón contiene tres telas mientras que la de la mujer debe tener cinco.


SALATUL-'IEDEIN (LA ORACIÓN DE LAS DOS CELEBRACIONES: 'ID AL-FITR O FIESTA DEL DESAYUNO E 'ID-AL-ADHA O FIESTA DEL SACRIFICIO)

Se trata de fad kifaaih (obligación colectiva) y el momento para la misma es después del amanecer, como Salat-ad-Duha. Si la gente se entera de 'Id después del mediodía, entonces debe hacerse al día siguiente como una oración recuperada. La condiciones son las mismas que para Slat-al-Yumu'ah excepto por los dos sermones; los dos sermones del Yumu'ah se llevan a cabo antes de la oración se recomienda realizar ninguna oración voluntaria antes o después en el sitio donde se realiza.


LA ORACIÓN DEL ECLIPSE (SALAT AL-KUSUF)

Se trata de una oración Sunnah y se realiza al comienzo del eclipse solar o lunar hasta que éste termina. No debe realizarse tardíamente si ya terminó el kusuf (eclipse). Se trata de una oración de dos raka'ah en la que se recitan al-Fatiha u una surah larga en voz alta en la primera raka'ah y luego se hace el ruku'u (inclinación) prolongado.



LAS ORACIONES PARA PEDIR LLUVIA (SALAT-AL-ISTISQÁ-A)

Es de la Sunnah rezar si hay sequía o falta de lluvias. La manera de realizar esta oración es igual que Salat-al-'Id excepto que se hace un sermón después de la oración. La Sunnah es dar vuelta ar-ridá (lo que se viste sobre la ropa)  como señal de optimismo para que cambien las circunstancias.




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