Meca - Kaaba

La peregrinación hasta La Meca y la Kaaba, o Hajj, es uno de los cinco pilares del islam.

MADINA

Primera Masjid (Mezquita) del mundo es la Mezquita del Profeta Muhammad (La paz sea con Él)

LOS CINCO PILARES DEL ISLAM

La Declaración de Fé (Shahadah), Orar 5 veces al día (Salah), Pagar la caridad anual (Zakah), Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm), Realizar la perigrinación a la Meca (Hajj)

COMO HACER LA ABLUCIÓN (WUDU) Y LOS 5 REZOS AL DÍAS (SALTS)

Un pequeño resumen de como hacer la ablución (wudu) y los 5 salats [Por favor presione clic en la imagen para ver el vídeo]

Profeta Muhammad (La paz sea con Él) un verdadero ejemplo a seguir

Historia del Profeta Muhammad (la paz sea con Él) y su mensaje del Islam [Por favor de clic a la imagen para ver el vídeo]

sábado, 28 de febrero de 2015

NASHEED


NO TE ENTRISTEZCAS, ALLAH SIEMPRE ESTÁ CONTIGO


NO TE ENTRISTEZCAS, ALLAH SIEMPRE ESTÁ CONTIGO 



En el Nombre de Allah, 

Misericordioso, Compasivo. 

Alabado sea Allâh por habernos 

guiado al Camino Recto, 

habernos honrado con el Islam y 

guiarnos a la fe. Que Sus 

bendiciones sean con el sello de 

los Mensajeros y Profetas, aquel 

que transmitió el Mensaje y 

cumplió con lo que Allah le 

encomendó, hasta que lo 

alcanzó la muerte por orden de 

Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus 

distinguidos compañeros.

Hermanos y hermanas hoy trataremos a cerca de no te entristecerte, porque Allâh está 

siempre contigo.

Todo el tiempo se nos alienta a estar conscientes de Allâh. Como humanos no sabemos ni 

siquiera lo que ocurre con nosotros mismos. Pero nada está oculto para Allâh. Dice Allâh 

en el Sagrado Qurân: “Él tiene las llaves del No-Visto Y sólo Él lo conoce; y sabe lo 
que hay en la tierra y en el mar. No cae una sola hoja sin que Él no lo sepa, ni hay 
semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no esté en un libro claro”

Si estás atravesando momentos de angustia y dolor, recuerda a Allâh, invoca Su nombre y 

pídele ayuda. Coloca tu frente en el suelo y alábalo para obtener así la verdadera libertad. 


Eleva tus manos mientras realizas la súplica, y pídele constantemente. Póstrate frente a Su  puerta, ten buenos pensamientos sobre Él y espera Su ayuda. Entonces encontrarás la 

felicidad y el éxito verdaderos. Si ves que la cuerda se tensa cada vez más, sabe que se 

cortará

Luego de las lágrimas llega la sonrisa, el miedo es reemplazado con el bienestar y la 

serenidad se apodera de la ansiedad. El Profeta Musa (‘alaihis-salam) no se ahogó en el 

Mar, porque pronunció firmemente con confianza y fortaleza: “¡No, no nos alcanzarán! 
Pues mi Señor está conmigo, y Él me indicará [qué hacer para salvarnos]” [Sûrah 
Ash-Shu‘ârâ (26), âyah 62].

Allâh dice en el Sagrado Qurân: “Y tanto si guardáis en secreto lo que decís como si lo divulgáis... Él es Conocedor de lo que encierran los pechos” (Sûrah Al Mulk [67], âyah 13) Por su parte Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos transmitió lo que Allâh ha dicho: “Yo trato a mi siervo de acuerdo con lo que él espera de Mí”.

Allâh Subhanahu wa Ta‘âla le será suficiente en todo, aun cuando los cielos, la tierra, o lo que hay entre ambos lo agobien, Allâh Altísimo le dará una salida.

Si por ejemplo vemos en la historia de Mûsa (‘alaihis-salâm), cuando Allâh inspiró a su madre:“Amamántalo y cuando temas por él, déjalo en el río, y no temas ni te entristezcas porque te lo devolveremos y haremos de él uno de los enviados” (Sûrah 

Qasas [28], âyah 7), entonces Allâh protegió y ayudó a Mûsa (‘alaihis-salâm) estando en la 

casa de su enemigo, el Faraón. En el mismo sentido, Allâh sacó al Profeta Yûsuf (‘alaihis-

salâm) de la profundidad del pozo y lo honró convirtiéndolo en rey de Egipto. También 

Allâh  alivió a Ibrahim (‘alaihis-salâm) del fuego y le concedió el honor de ser llamado el Amigo de  Allâh. El Profeta Ayûb (‘alaihis-salâm) tenía felicidad, riqueza, hijos, salud y gozó de todos 

estos dones de Allâh por aproximadamente 80 años; después vino la orden de Allâh y 

murieron todos sus  hijos, su salud se convirtió en enfermedad, la riqueza en pobreza, la 

felicidad en tristeza y sufrió mucho, pero nunca desespero de la ayuda de Allâh. Después 

de 8 años Allâh le devolvió a Ayûb (‘alaihis-salâm) todo lo que tenía.

A través de estos ejemplos y estas historias, Allâh nos enseña que quien busca Su ayuda, Él lo ayudará. 

Abû Bakr As-Siddîq (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Cuando estábamos en la cueva vi los pies de los idólatras que nos perseguían, dije: “¡Enviado de Allâh! Si alguno mirara a sus pies nos verían”. Me dijo: “¿Qué crees, Abû Bakr, de dos cuyo Tercero es Allâh?”. [Al-Bujâri y Muslim]. Luego la paz y la tranquilidad descendieron sobre ellos.

Abû Huraîrah (radiallâhu ‘anhu) narró que el Enviado de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Dirá Allâh Subhanahu wa Ta‘âlâ: “¡Yo soy como mi siervo cree que soy con él. Estoy con él si Me recuerda. Cuando Me recuerda en la intimidad de su ser, lo recuerdo en la intimidad de Mi Ser, si Me recuerda ante un grupo, lo recuerdo ante un grupo mejor que su grupo!”. [Al-Bujâri y Muslim].

Dijo también el Mensajero de Allâh: “La mejor forma de adoración es esperar (con paciencia) un resultado feliz”. [At-Tirmidhi]. Si una situación alcanza un nivel crítico, luego llegará la luz y se abrirá una salida. Allâh dice: “(…) Y sabed que Allâh le facilitará a quien Le tema todos sus asuntos”[Sûrah (65), âyah 4]. Sé positivo y espera lo mejor ya que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) relata estas palabras de Allâh: “Ten en mente que el éxito se alcanza con la paciencia y el alivio llega después de la dificultad”. No te deprimas porque tienes a tu Señor quien dio solución a tus asuntos ayer y te las dará de igual manera mañana.

El Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “¡Es admirable el caso del creyente! Todo asunto encierra un bien para él y esto no ocurre con otro que no sea creyente. Pues, si le llega la facilidad y es agradecido con Allâh, hay un bien para él. Y si tiene paciencia ante la dificultad, también consigue un bien para él”.

Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu) perdió la vista, pero encontró alivio al pronunciar las siguientes palabras: “Si Allâh me quita la luz de mis ojos, mi corazón permanecerá iluminado, mi corazón entiende y mi mente no es perversa, y mi lengua es como el filo de una espada sin desenfundar”. Se consoló a sí mismo recordando los innumerables favores de Allâh que aún le quedaban habiendo perdido sólo uno de ellos.

En un solo día ‘Urwah Ibn Az-Zubair (radiallâhu ‘anhu) perdió una de sus piernas y se enteró que su hijo había muerto. Esta fue su reacción: “¡Oh, Allâh! A Ti pertenecen todas las alabanzas. Si lo has quitado, también me lo has dado. Y si me has puesto a prueba con estas dificultades, también me has salvado y cuidado. Me has dado cuatro extremidades mas sólo te has llevado una. Me has bendecido con cuatro hijos más sólo te has llevado uno”. Dice Allâh en el Qurân: “Les retribuirá con el Paraíso y con vestimentas de seda por haber tenido paciencia”  [Sûrah Al-Insân (76), âyah 12].

El hijo de Noé dejó de tener expectativas de Allâh y no solo fue abandonado sino que además Allâh lo convirtió en un ejemplo de su abandono. Dice el Sagrado Qurân: “Dijo [su hijo]: Me refugiaré en una montaña que me protegerá de las aguas” [Sûrah Hud (11), âyah 43]. Si se hubiera dirigido a Allâh (Enaltecido y exaltado sea), el resultado habría sido muy diferente.

Como dice Allâh en un Hadîth Qudsî (Dicho Sagrado de Allâh): “Oh hijo de Âdam! Te he creado para Mi adoración, por eso, no juegues, Yo he decidido tu sustento, no te agotes; si es mucho, no te alegres; y si es poco, no te entristezcas”.

Abu-Dhar (radiallâhu ‘anhu) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo que Allâh Altísimo ha dicho: “¡Oh, siervos míos! Todos estáis extraviados, salvo a quien yo guío, así que pedidme la guía que os guiare. ¡Oh siervos míos! Todos estáis hambrientos, salvo a quien he dado de comer, así que pedidme alimento que os alimentare. ¡Oh siervos míos! Todos estáis desnudos salvo a quien he vestido. ¡Así que pedidme vestimenta! que os vestiré. ¡Oh siervos míos! Cometéis errores noche y día, y yo os perdono todos ellos, ¡así que pedidme perdón! que he de perdonaros. ¡Oh siervos míos! No alcanzareis perjuicio con el cual podáis perjudicarme, ni alcanzareis beneficio con el cual podáis beneficiarme. ¡Oh siervos míos! Si el primero de vosotros y el último, los humanos y los genios, fueran tan piadosos como el corazón del más piadoso, no añadiría esto nada a mi reino. ¡Oh siervos míos! Si el primero de vosotros y el último, los humanos y los genios, fueran tan corruptos como el corazón del más corrupto, no disminuiría esto en nada a mi reino. ¡Oh siervos míos! si el primero de vosotros y el ultimo, humanos y genios, se reuniesen en un mismo lugar, pidiéndome y yo otorgándoles a cada uno su petición, no decrecería lo que poseo, así como no decrece (el nivel de) el mar si una aguja es introducida en él. ¡Oh siervos míos! Ciertamente, son vuestras obras, las que os computo, y luego os las recompensaré. Quien encuentre bien que alabe a Allâh, y quien encuentre lo contrario  que no reproche por ello sino a sí mismo”

Por eso, como creyentes, a pesar de nuestras dificultades y condiciones siempre debemos buscar la ayuda de Allâh con paciencia y oración, como Allâh nos enseña en el Qurân: “¡Vosotros que creéis! Buscad ayuda a través de la paciencia y de la Oración; es cierto que Allâh está con los pacientes”(Sûrah Al Baqarah [2], âyah 153).

Quiera Allâh darnos el Taufîq de entender estas enseñanzas y poder practicarlas. Amîn.

 

domingo, 22 de febrero de 2015

ADELANTARSE EN HACER BUENAS ACCIONES


ADELANTARSE EN HACER BUENAS ACCIONES 




En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Adelantarse en hacer buenas acciones....

Allâh dice en el Sagrado Qurân: “Y dales la buena noticia a los que creen y practican las acciones de bien, de que tendrán jardines por cuyo suelo corren los ríos. Cada vez que se les provea con frutos de estos jardines para que se alimenten, dirán: Esto es lo mismo que antes se nos daba. Sin embargo lo que se les dé, sólo será parecido. Allí tendrán esposas puras y serán inmortales.”(Sûrah Al Baqarah [2], âyah 25); y dice también: “Es cierto que los que creen y llevan a cabo las acciones de rectitud, tendrán como hospedaje el Jardín del Firdaus. Allí serán inmortales y no desearán ningún cambio de situación” (Sûrah Al Kahf [18], âyât 107 y 108); y dice también: “Pero los que creen y llevan a cabo las acciones de bien, son lo mejor de todas las criaturas. La recompensa que junto a su Señor les espera, son los Jardines de Adn por cuyo suelo corren los ríos. En ellos serán inmortales para siempre. Allah estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él. Esto es para quien tema a su Señor.” (Sûrah Al Baiyinah [98], âyât 7 y 8).

Las obras del ser humano son el resultado de cómo aprovechó su vida. De lo que lleve de este mundo dependerá su destino en el Âjirah. Dijo el Profeta Muhammad (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “Tres cosas seguirán al difunto [en su funeral], su familia, sus bienes y sus acciones. Dos cosas regresarán y una quedará. Regresarán su familia junto con sus bienes, y quedarán sólo sus acciones”. Las  acciones serán compañeras y amigas del ser humano en su tumba. Si son buenas, será recompensado, y si son malas será castigado.

Hermanos y hermanas, nuestras buenas acciones nos ayudarán no solamente en este mundo si no que también en la agonía de la muerte. Cuando una persona tenga el deseo de hacer buenas obras, pero ya sea demasiado tarde. Como Allâh lo describe en el Sagrado Qurân: “Y cuando le llegue la muerte a uno de ellos, entonces dirá: Señor déjame volver para que pueda actuar con rectitud en lo que descuidé. Pero no, sólo son palabras que dice. Ante ellos habrá un período intermedio hasta que llegue el día en que sean devueltos a la vida. Entonces se soplará el cuerno. Ese día no habrá entre ellos consanguinidad ni se preguntarán unos a otros. Aquellos cuyas obras pesen en la balanza... Esos serán los afortunados. Y aquellos cuyas obras no tengan peso en la balanza... Esos serán los que se habrán perdido a sí mismos y serán inmortales en Ÿahannam. El Fuego les abrasará la cara y quedarán desfigurados” (Sûrah Al Mu.minûn [23], âyât 99 a 104). Los moradores del infierno, desearan volver a la vida para obrar el bien, como Allâh dice en Qurân: “Estando en él gritarán: ¡Señor nuestro! Sácanos y obraremos con rectitud y no como hicimos antes. ¿Acaso no os concedimos una vida larga en la que pudiera recapacitar quien lo hiciere, y acaso no os llegaron advertidores? ¡Así pues, gustad! No habrá nadie que defienda a los injustos” (Sûrah Al Fâtir [35], âyah 37).

El Profeta Muhammad (sallallâhu 'alaihi wa sallam) dijo: “Emprended acciones virtuosas y no las retraseis. Pues se avecinan grandes pruebas como una parte de la noche oscura. Amanecerá el hombre creyente y anochecerá incrédulo; y anochecerá creyente y amanecerá incrédulo. Venderá su Dîn por los bienes efímeros de este mundo.”
Dijo también Rasûlullâh (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “Emprended las buenas obras antes de que os lleguen asuntos que os las impidan: como una pobreza acuciante que os impida realizar una obra benéfica; o una riqueza de abusos y excesos que os entretenga en asuntos mundanales; o una enfermedad que os deje incapacitados para hacer algo; o una vejez que desvaría; o una muerte repentina; o lo peor que se puede esperar, el Anticristo; o lo que es más amargo, la Hora”.

Al leer el Qurân encontraremos que siempre Allâh nos dirige a dejar las cosas mundanales y dirigirnos a hacer buenas obras.  Allâh: “A todo ser humano le hemos atado su destino al cuello y el Día del Levantamiento le sacaremos un libro que encontrará abierto. ¡Lee tu libro! Hoy te bastas a ti mismo para llevar tu cuenta” (Sûrah Al Isrâ [17], âyât 13 y 14). También dice Allâh: “Ese día los hombres saldrán en grupos para ver sus obras: Y el que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá” (Sûrah Az-Zalzalah [99], âyât 6 a 9).

Cada momento en nuestra vida es muy valioso, por eso a la gente que cuidaron su tiempo y obraron el bien, se les dirá mañana en el Día del Juicio Final: “Comed y bebed tranquilos por el bien que hicisteis en los días pasados” (Sûrah Al Hâqqah [69], âyah 24).

 Ubai Ibn Kaab, Allah narra: “Hubo un hombre de los ansar, que no conozco otro que viviera más lejos de la mezquita que él y sin embargo no se le escapaba una oración. Le dijeron: ‘¡Si te compraras un burro y fueses montado en él, las noches de oscuridad y los días de calor serían menos penosos para ti !’Dijo: ‘¡No me alegraría que mi casa estuviera al lado de la mezquita. Lo que ciertamente quisiera es que se me anotaran mis pasos hacia la mezquita y los de mi regreso con mi familia!’ Le dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz: ‘¡Allah, ya te los ha reunido todos ellos!’.”

Entonces, hermanos y hermanas, es muy importante preocuparnos de no caer en las trampas de Shaitân y seguir nuestro nafs (ego). Debemos siempre pedir a Allâh que nos ayuda contra Shaitân y a superar nuestro ego, porque el Profeta (sallallâhu 'alaihi wa sallam) dijo: “El dotado de intelecto es aquel que controla su ego y obra para lo que viene después de la muerte. En cambio el necio, es quien sigue su ego y tiene esperanza en Allâh”.

En una ocasión en que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) se encontraba sentado junto con sus compañeros (radiallâhu ‘anhum) les preguntó: “¿Quién de ustedes se levantó esta mañana ayunando?” Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) respondió: “Yo, Rasûlullâh” El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) preguntó: “¿Quién de entre ustedes asistió a un funeral hoy?” Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) respondió: “Yo, Rasûlullâh” El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) preguntó: “¿Quién de entre ustedes alimentó a un necesitado hoy?” Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) respondió: “Yo, Rasûlullâh” El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) preguntó: “¿Quién de entre ustedes visitó a un enfermo hoy?”Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) respondió: “Yo, Rasûlullâh” El Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) luego dijo: “Aquella persona quien reúna todas estas cualidades entrará al Ÿannah”.

De  Rabiah Ibn Kaab Al Aslami, criado del Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz. Y que era de As Suffa uno de los que estaban instalados al final de la mezquita y que no tenían vivienda por su pobreza, Allah esté complacido con él. Y dijo: “Dormía con el Mensajero de Allah, Él le bendiga y dé paz, y le solía traer el agua para la ablución y lo que necesitaba. Pues, me dijo: ‘¡Pídeme algo!’ Y yo le dije: ‘Pide a Allah que esté yo en tu compañía en el Jardín.’ Y dijo: ‘Pídeme otra cosa que no sea esa.’Dije: ‘¡No, eso mismo!’ Dijo: ‘Ayúdame pues, en mis peticiones, orando tú con frecuencia’.”

De Abu Abdallah y se dijo: Abu Abdurrahmán Zaubán, Allah esté complacido con él. Criado del Mensajero de Allah, Él le bendiga y dé paz, que le oyó decir: “Debes hacer la postración muchas veces. Ya que realmente, no hay una vez que hagas la postración para Allah, que no te eleve Él por ella un grado y te borre una falta’.”

 De Abu Safuán Abdallah Ibn Busr Al Aslami, Allah esté complacido con él que dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y dé paz: “El mejor de entre la gente es aquel que tuvo una vida más larga siendo un bienhechor.”

Para terminar, reflexionemos en los siguientes versículos del Noble Qurân:  “A todo ser humano le hemos atado su destino al cuello y el Día del Levantamiento le sacaremos un libro que encontrará abierto. ¡Lee tu libro! Hoy te bastas a ti mismo para llevar tu cuenta” (Sûrah Al Isrâ [17], âyât 13 y 14). También dice Allâh: “Ese día los hombres saldrán en grupos para ver sus obras: Y el que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá” (Sûrah Az-Zalzalah [99], âyât 6 a 9).

Hermanos y hermanas, pidamos mucho a Allâh para que nos permita vivir esta vida teniendo como objetivo el Âjirah. Amîn.

 

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