Meca - Kaaba

La peregrinación hasta La Meca y la Kaaba, o Hajj, es uno de los cinco pilares del islam.

MADINA

Primera Masjid (Mezquita) del mundo es la Mezquita del Profeta Muhammad (La paz sea con Él)

LOS CINCO PILARES DEL ISLAM

La Declaración de Fé (Shahadah), Orar 5 veces al día (Salah), Pagar la caridad anual (Zakah), Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm), Realizar la perigrinación a la Meca (Hajj)

COMO HACER LA ABLUCIÓN (WUDU) Y LOS 5 REZOS AL DÍAS (SALTS)

Un pequeño resumen de como hacer la ablución (wudu) y los 5 salats [Por favor presione clic en la imagen para ver el vídeo]

Profeta Muhammad (La paz sea con Él) un verdadero ejemplo a seguir

Historia del Profeta Muhammad (la paz sea con Él) y su mensaje del Islam [Por favor de clic a la imagen para ver el vídeo]

viernes, 18 de abril de 2014

El CENTO ISLÁMICO "GULZAR E MADINA"

SE ENCUENTRA EN LOS RÍOS 805 Y 9 DE OCTUBRE
GUAYAQUIL - ECUADOR 

ACTIVIDADES:
5 oraciones diarias.
Khotba y rezo congrecaional de los Viernes
Clases Islámicas.

jueves, 17 de abril de 2014

LA LENGUA CONDUCE AL PARAÍSO O AL INFIERNO

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
Hermanos y hermanas, el día de hoy trataremos acerca de cómo la lengua puede convertirse en la causa por la cual una persona puede entrar al Paraíso o al Fuego.
Dice Allâh en el Sagrado Qurân: “Los que de la frivolidad se apartan” [Sûrah Al-Mu‘minûn (23), âyah 3]. Ibn Kathir (rahmatullâhi ‘alaihi), dijo que la palabra que aquí traducimos como frivolidad, significa pecado y asociación con Allâh. Sabuni (rahmatullâhi ‘alaihi), dijo que significa usar lenguaje abusivo, vulgar y maldecir.
El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “La belleza del Islam de un hombre, es que él rechace cualquier cosa que no sea beneficiosa para él”. Este hadîth nos explica que la belleza del Islam es que rechacemos todo tipo de actos y dichos que no sean beneficiosos y que nos ocupemos en cosas que sean de provecho. Dice Allâh en el Qurân: “Hemos creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más cerca de él que su propia vena yugular” [Sûrah Qaf (50), âyah 16].
Dijo Mu‘ad Ibn Ÿabal (radiallâhu ‘anhu): “Dije: “¡Oh Mensajero de Allâh! ¿Qué obra me lleva al Jardín y me aleja del Fuego”. Dijo el Profeta (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “Has preguntado una cosa que es fácil para aquel a quien Allâh se lo facilita; adorar a Allâh sin asociarle nada, observar la oración, pagar el zakâh, ayunar en Ramadân y peregrinar a la Casa (la Ka’bah)”. Luego dijo (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “¿Quieres que te enseñe las puertas de la bondad?: el ayuno es protección, y la caridad apaga las faltas tal como el agua apaga el fuego, y la oración del hombre en el seno de la noche”. Después recitó: “Alejan sus costados de las camas para invocar a su Señor con temor y esperanza y de lo que les proveímos dan. Nadie sabe el consuelo que les está reservado en recompensa de los que hacen”. Luego dijo Rasûlullâh (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “¿Quieres que te cuente qué es la cabeza del asunto, su pilar y su cúspide?”. Dije: “¡Por supuesto, Mensajero de Allâh!”. Dijo (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “La cabeza del asunto es el Islam, su pilar es la oración y su cúspide es la lucha por la causa de Allâh”. Después dijo:“¿No quieres que te informe de la base de todo esto?”. Dije: “¡Por supuesto, Mensajero de Allâh!”. Entonces cogió su lengua y dijo: “Controla esto…”. Dije: “¡Oh Profeta de Allâh! ¿Seremos reprochados por lo que hablamos?”. Dijo:“Que tu madre se prive de ti ¡Oh Mu‘adh! ¿Acaso otra cosa vuelva a la gente de cara en el fuego, sino lo que sus lenguas cosechan?”.
Abu Musa (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Pregunté: “¿Mensajero de Allâh, cuál es el mejor de los musulmanes?” Dijo (sallallâhu 'alaihi wa sallam): “¡Aquel que resguarda a los musulmanes de su lengua y de su mano!”. Por su parte ‘Uqba Ibn Amir (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Pregunté al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Mensajero de Allâh! ¿Cuál sería la causa para mi salva­ción?” Contestó: “¡Controla tu lengua, atiende a los asuntos de tu casa y llora cuando te equivoques!”.
Se transmitió de ‘Âishah (radiallâhu ‘anha) que dijo: “Le dije al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¿No te basta saber de Safiyah, tal y tales defectos?” Y contestó: “¡Has dicho una palabra que si se mezclara con el agua del mar, quedaría toda impregnada y maloliente!”
Anas (radiallâhu ‘anhu) narra que El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Cuando fui ascendido al cielo pasé junto a unas gentes que tenían uñas de latón, y se arañaban sus caras y pechos. Pregunté: “¿Quienes son estos, ŸIbrîl?” Dijo: “¡Son esos que comen la carne de la gente (murmuradores) y atentan contra su honor!”.
Allâh Subhanahu wa Ta‘âla dice en el Qurân: “¿O es que creen que no escuchamos su secreto y sus confidencias? Por El contrario, junto a ellos escriben Nuestros mensajeros” [Sûrah Az-Zujruf (43), âyah 80].
Otro significado de lo anterior es que debemos proteger nuestra lengua de hablar banalidades. La lengua puede ser el medio por el cual una persona entre al Paraíso o al Fuego. Diariamente, todas las partes del cuerpo imploran a la lengua, diciendo: “Oh lengua, teme a Allâh, por nosotros, porque si tú estás bien, nosotros estaremos bien, pero si tú haces lo incorrectos, nosotros estaremos mal”.
Dice Allâh Altísimo: “Muchas de sus conversaciones secretas no encierran ningún bien. Pero no es así quien manda a dar con generosidad, actuar según lo reconocido o reconciliar a los hombres. A quien haga esto, buscando el beneplácito de Allâh, le daremos una recompensa enorme” [Sûrah An-Nisâ (4), âyah 114]. Así pues, lo que un ser humano pronuncia se registra. Dice también Allâh: “No hay nada que diga sin que tenga a su lado, presente, un vigilante” [Sûrah Qaf (50), âyah 18]. Lo mejor que puede ser registrado a favor del ser humano es: invitar hacia el bien, prevenir del mal y el Dhikr, es decir el recuerdo de Allâh.
Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Inculquen el buen carácter y manténganse silenciosos”. La belleza de una persona es hablar sólo cuando sea necesario y esto es un medio de salvación para él en el Âjirah.
Abu Hurairah (radiallâhu ‘anhu) dijo: escuche el Mensajero de Allâh decir: “A veces al siervo que dice algo que complace a Allâh, sin darle importancia, Él lo eleva por ello varios grados. Y el siervo que dice algo que enoja a Allâh, sin darle importancia, desciende, por ello, en el Infierno”.
Un musulmán inteligente es aquel que no habla inútilmente y aquel que no habla mal de otros. Por esta razón las palabras del Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) podrían ser contadas con los dedos. Dijo Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Aquel que se mantiene en silencio, gana la salvación”.
Luqmân (‘alaihis-salam) estaba una vez sentado acompañado de sus discípulos, cuando paso cerca de él una persona que al reconocerlo le dijo: “¿Eres tú quien yo creo que eres?”, él respondió afirmativamente, y el hombre le dijo: “Pero si tu antes solías llevar a pastar a los animales”, Luqmân (‘alaihis-salam) dijo: “Si”. El hombre preguntó: “¿Pero cómo alcanzaste este estatus?”, Luqmân (‘alaihis-salam) respondió: “Solamente diciendo la verdad y hablando cuando es necesario”.
En una ocasión, un sahabih estaba en su lecho de muerte y su rostro resplandecía. Alguien le preguntó por este brillo en su cara, y él dijo: “Yo solo hablé aquello que era beneficioso y mi corazón estaba limpio, porque nunca abrigue un mal sentimiento, odio o envidia por otro musulmán”. Un musulmán inteligente es aquel que mira sus propias faltas en lugar de ver las faltas de otros.
Dice Allâh en el Qurân: “Quien se presente con buenas acciones tendrá diez como ellas” [Al-An‘âm (6), âyah 160]. ‘Abdullâh Bin ‘Umar (radiallâhu ‘anhumâ) narró que cuando los estos versos fueron revelados en relación a los Beduinos, fue preguntado “¿Y qué hay acerca de los emigrantes?”. El recitó los siguientes versos: “Allâh no es injusto ni en el peso de lo más pequeño, y cualquier buena acción la multiplicará, por Su parte, con una enorme recompensa” [Sûrah An-Nisâ (4), âyah 40].
Allâh dice en el Qurân: “Y los que no invocan junto a Allâh a ningún otro dios ni matan a nadie que Allâh haya hecho inviolable a menos que sea con derecho; ni fornican, pues quien lo haga, encontrará la consecuencia de su falta. El Día del Levantamiento le será doblado el castigo y en él será inmortal, envilecido. Excepto quien se vuelva atrás, crea y obre rectamente, a ésos Allâh les sustituirá sus malas acciones por buenas. Allâh es Perdonador y Compasivo” [Sûrah Al-Furqân (25), âyât 68 a 70].
Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que nos de la capacidad y el conocimiento en utilizar bien nuestras palabras y lengua de manera que la usemos sólo para alabarlo y hablar de Su Grandeza, Misericordia y Bondad. Amín.

REFLEXIONES

EVITA MALDECIR E INSULTAR


Cuando un musulmán adopta esta actitud hacia el enojo, entonces es natural que su lengua se abstenga  de proferir maldiciones e insultos. Lo que refuerza esta actitud y le impide hacerlo es su adhesión sincera a la guía moral del Islam que le advierte de insultar, maldecir o decir malas palabras. De manera que el musulmán no puede oír semejantes cosas, y menos aun decirlas. 


Estas nos son actitudes que benefician al musulmán que ha asimilado las enseñanzas del Islam. el siervo piadoso está lejos de todo esto, y se aleja cada vez más al entender el excelente ejemplo del Profeta Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sallam), quien nunca profirió una palabra que pudiera ofender los sentimientos de una persona o dañar su honor. 

Por nosotros los musulmanes preservamos nuestras palabras y evitamos los insultos, aun cuando son provocados. Controlamos nuestro enojo, para no caer en el pecado y evitar iniciar una agresión. 

Y Allâh siempre sabe más.

wa salam o 3alaykom wa rahmatollahi wa barakatoh




miércoles, 16 de abril de 2014

PROTEGER LA LENGUA CON EL RECUERDO DE ALLAH

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
Hermanos y hermanas, trataremos en esta semana de cómo debemos proteger nuestra lengua y usarla bien con el recuerdo de Allâh:
Allâh dice en el Qurân: Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allâh. ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allâh con lo que se tranquilizan los corazones? [Sûrah Ar-Ra’d (13), âyah 28].

El Nombre de Allâh tiene bendiciones, sabor, dulzura, tranquilidad y paz interior que experimentará aquel que practique e invierta tiempo manteniéndose ocupado en el recuerdo de Allâh, el Dhikr.
En los tiempos que vivimos hay una ola de descontento generalizado por la que la gente sufre de preocupaciones y ansiedades, pero como musulmanes si nos acostumbramos e inculcamos en nuestras vidas el recuerdo de Allâh, estas preocupaciones desaparecerán. El principal objetivo del recuerdo de Allâh es inculcar en nuestras vidas la conciencia de Allâh. Si estudiamos el Qurân y los ahâdîth de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), encontraremos muchos versículos y dichos que nos animan a hacer Dhikr de Allâh. Incluso si no hubiese ningún versículo o hadîth relacionado con el Dhikr, deberíamos recordar a nuestro real Benefactor cuyas bendiciones y favores sobre nosotros son siempre ilimitadas y no tienen paralelo. Resulta  natural que recordemos a nuestro a Allâh y Le agradezcamos.

Algunos de los pasajes del Qurân que mencionan la virtud del recuerdo de Allâh, son: Así pues, recordadme que Yo os recordaré; y agradecedme y no seáis ingratos conmigo [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 152]; Y recuerda a tu Señor en ti mismo, humilde, con temor de Él y sin subir la voz, al comenzar y al terminar el día. Y no seas de los negligentes” [Sûrah Al-A’râf (7), âyah 205]; Y recordad mucho a Allâh para que podáis tener éxito [Sûrah Al-Ÿumu‘ah (62), âyah 10]; Es verdad que a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a las creyentes, a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a las humildes, a los que dan con sinceridad y a las que dan con sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan sus partes íntimas y a las que las guardan y a los que recuerdan mucho a Allâh y a las que recuerdan; Allâh les ha preparado un perdón y una enorme recompensa”  [Sûrah Al-Ahzâb (33), âyah 35]; ¡Vosotros que creéis! Recordad a Allâh invocándolo mucho. Y glorificadlo mañana y tarde” [Sûrah Al-Ahzâb (33), âyât 41 y 42].
Por su parte, de entre los ahâdîth, podemos citar que Abu Hurairah (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Vinieron unos pobres de los emigrantes al Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) y le dijeron: “La gente rica se ha hecho con las posiciones más altas y un bienestar estable; rezan como lo hacemos nosotros; ayunan como nosotros; y gozan de favor en la riqueza. Hacen la peregrinación mayor y menor; hacen el ÿihâd y dan sâdaqah”. Dijo el profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¿Queréis que os enseñe algo con lo que daréis alcance a los que os preceden y también a los que vendrán después? Y nadie será mejor que vosotros, excepto quien haga lo mismo que vosotros”. Dijeron: “¡Claro que sí, Mensajero de Allâh!”. Dijo: “¡Diréis: Subhânallâh wal-hamdulillâh wallâhu akbar, después de cada oración treinta y tres veces!”. Regresaron los pobres emigrantes ante el Mensajero de Allâh y le dijeron: “Han oído nuestros hermanos ricos lo que hemos hecho y ellos han hecho lo mismo. Y no les hemos adelantado”. Dijo el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Así es el favor de Allâh, que se lo da a quien quiere!”.
Sa’d Ibn Abî Waqqâs (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Estábamos con el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) y dijo: “¿Acaso alguno de vosotros, sería capaz de conseguir cada día mil hasanât?”. Le preguntó uno de los allí reunidos: “¿Cómo conseguiría mil hasanât?” Dijo: “¡Diciendo: Subhânallâh, cien veces se le apuntarían mil hasanât, o se le borrarían mil malas acciones!”.

Ÿuwairiyah Bint Al Hârith (radiallâhu ‘anha) dijo: “Salió el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) una mañana, después de haber estado con ella y una vez que hubo rezado la oración del alba. Permaneció ella en el lugar de oración de la casa diciendo:Subhânallâh, y cuando regresó el Profeta después de media mañana, la encontró sentada en el mismo sitio y le dijo: “¿Todavía estás en la misma posición en la que te dejé?” Ella dijo: “¡Sí!” Y dijo el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Después de salir de aquí, repetí tres veces cuatro frases, que si se pesaran en todo el tiempo que has estado diciendo Subhânallâh habría sido mejor todavía si las hubieras dicho; estas palabras son: Subhânallâhi wa bihâmdihi ‘adada jalqihi (Glorificado y alabado sea Allâh por el número de Sus criaturas) Wa rida nafsihi (y Su elevada Esencia) Wa zinata ‘arshihi (y Su hermoso Trono) Wa midâda kalimâtihi (y Su abundante Palabra)”.

Abû Mûsa Al Ash‘ari (radiallâhu ‘anhu) dijo que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El ejemplo del que recuerda a su Señor y del que no lo recuerda, es como el ejemplo del vivo y el muerto”. En otra versión, se narra que el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El ejemplo de la casa en la que se recuerda a Allâh y la casa en la que no se recuerda a Allâh, es como el ejemplo del vivo y el muerto”.
Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhu) narró que dijo el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Dirá Allâh, El Altísimo: “¡Yo estoy con Mi siervo cuando él piensa en Mi. Yo estoy con él cuando Me recuerda; si Me recuerda secretamente, lo recuerdo Yo en secreto; si Me recuerda  en grupo, lo recuerdo Yo en un grupo mejor que ellos (los ángeles)!”. Narró también que dijo el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Los Mufarridûn aventajan a los demás!” Preguntaron: “¿Y cuáles son los Mufarridûn, Oh Mensajero de Allâh?” Dijo: “¡Los que recuerdan mucho a Allâh, hombres y mujeres!”.

Abû Dardâ (radiallâhu ‘anhu) relató que dijo el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¿Os informo de vuestra mejor acción, de la que os haría crecer ante vuestro Rey y subiría vuestra categoría más aún, que sería mejor para vosotros que el gasto de oro y plata. Y mejor para vosotros que encontraros con el enemigo, combatirlos y que os combatan?” Dijeron: “¡Claro que sí!” Dijo: “¡El recuerdo de Allâh, el Altísimo!”.
Abû Mûsa (radiallâhu ‘anhu) narró que dijo Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¿Quieres que te guíe a un tesoro de entre los tesoros del Jardín?” Dije: “¡Claro que sí, Mensajero de Allâh!” Dijo: La haula wa la quwata illa billâh (¡No hay poder ni fuerza, excepto por  Allâh!)”.

Mu‘ad Ibn Ÿâbal (radiallâhu ‘anhu) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Los habitantes del paraíso, después de que hayan llegado a sus lugares, no se reprocharan nada excepto el tiempo que gastaron sin el recuerdo de Allâh (en este mundo)”. Después de que la gente entre en el Paraíso, cuando vean la recompensa tan grande como montañas, por recordar a Allâh solo una vez, lamentarán extremadamente su pérdida causada por el tiempo que pasó sin hacer Dhikr.

Por último, los siguientes son algunos de los beneficios del Dhikr, los cuales han sido registrados por Ibn Qaiyim (rahmatullâhi ‘alaihi): 
1) El Dhikr mantiene alejado a Shaitân y debilita su fuerza;
2) Es la causa de la complacencia de Allâh;
3) Relaja la mente de ansiedades y preocupaciones; 
4) Produce felicidad y alegría en el corazón; 
5) Fortalece el cuerpo y la mente; 
6) Ilumina el rostro y el corazón; 
7) Facilita al sustento; 
8) Induce amor por Allâh, el cual es el espíritu del Islam y el fundamento del Dîn y la fuente de éxito y salvación en la próxima vida; 
9) Es la llave para la complacencia de Allâh; 
10)  Nos hace reconocer la grandeza y la majestuosidad de Allâh, y fortalece la conciencia de su omnipresencia; 
11) Causa que uno sea mencionado en la corte de Allâh; 
12) Da vida al corazón; 
13) Es alimento para el corazón  y el alma; 
14) Limpia el corazón de su impureza; 
15) Causa que la paz y misericordia de Allâh desciendan; 
16) Salva de la desesperación en el día del Qiyamah.

Quiera Allâh darnos el Taufîq para mantenernos constantemente en Su bendito recuerdo. Amîn.
Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh